Paz, Justicia e Instituciones más sólidas es el título que lleva el ODS 16.
Este objetivo está oportunamente al final, quizás, porque es más un medio que un fin en sí mismo. Para conseguir que las grandes líneas de actuación que proponen los anteriores ODS se desarrollen, está claro que necesitamos unas instituciones sólidas, un clima de paz y una Justicia real.
En este sentido, las realidades desde las que afrontamos este ODS son muy significativas, no es lo mismo vivir en un continente en paz como el nuestro, que vivir en un entorno de guerra.
Desde el privilegio europeo de vivir en paz, debemos ser conscientes de que tenemos mucha responsabilidad en este aspecto.
Es el momento de modernizar nuestras instituciones, sobre todo, la Administración de Justicia: toca simplificar, abrir y avanzar en derecho a la comprensión.
Una justicia que no se comprende no es una justicia para todas las personas, unas instituciones con las que solo pueden comunicarse unas cuantas personas, no son instituciones democráticas.
Para enfrentar este reto, para modernizar y abrir nuestras instituciones, el lenguaje claro es el mejor aliado.