Para acabar con la pobreza, con el hambre, mejorar la salud de las personas y de los entornos, avanzar en educación o en igualdad de género necesitamos el trabajo coordinado de todas las personas y entidades que convivimos en nuestras sociedades.
La Agenda 2030 nos pone deberes para lograr tener un mañana que merezca la pena ser vivido, pero el camino lo debemos recorrer todos y todas juntos.
Aún así, es cierto que personas y entidades no tenemos las mismas capacidades ni poder de incidencia, por lo que no podemos exigir la misma responsabilidad a la Administración Pública que a los ciudadanos y ciudadanas.
Pero lo que también es cierto es que ni unos ni otros podemos lograr estos objetivos trabajando solos, sin coordinación.
Este ODS pone el foco en la necesidad de trazar líneas de trabajo coordinadas en las que personas, empresas e instituciones podamos trabajar dentro de nuestras posibilidades.
Y para poder trabajar todos y todas juntas necesitamos comunicación. Una comunicación verdadera que permita que este trabajo coordinado sea efectivo y no expulse a nadie.
Por ello, creemos que las herramientas de la accesibilidad cognitiva vuelven a ser determinantes. Las Administraciones y las empresas tienen en el lenguaje claro, la lectura fácil o la señalización accesible y comprensible las mejores herramientas para garantizar una comunicación eficiente, eficaz y que ahorre en costes técnicos y humanos.
Tenemos 10 años para trabajar por estos objetivos, ¿comenzamos a coordinarnos?